sábado, 26 de mayo de 2012

Yo le pongo diques al océano


de tu mar con el mío
cuando te siento en entrar profunda
al cementerio de barcos naufragados.
Vos, sin embargo, no tenés reparo
en bajar buceando y subir
poniéndome en la cara
una figura de cerámica rota,
algún retrato enmohecido,
y me escupís, espuma de mar,
la fórmula de la resistencia de mis diques.

sábado, 19 de mayo de 2012

Qué sería de la poesía


sin estas crisis de muerte
que le arrebato a la vida
nada más para confirmar
que todavía soy humana
y no una de esas máquinas
que funciona a base de sueldo miserable
futbol mediocre
y noticias amarillas.

Mayo

viene con el agua
que despierta olor a tierra
que resuena en mis oídos
sobre los techos
cayendo de los cables
bajo las ruedas de la bicicleta
que musicaliza una sinfonía perfecta
entre tus piernas
la cama
un puro
y yo.

jueves, 10 de mayo de 2012

Marga



Mi mamá me mima

Mi mamá me ama

Y yo este diez de mayo

sin ninguna manualidad que regalarle.

Tampoco me dieron asueto

no puedo aprovechar para joder con mi hijismo en su día.

No quise comprar tarjetas con frases trilladas

ni regalarle flores que mueran mañana.



Por suerte para mí, y no tanto para ella,

la convertí en madre.

Por suerte para mí bebí y me alimenté con su sangre.

Por mala suerte socialmente

por engendrarme le exigen que sean abnegada.



Por fortuna Marga es insurrecta.

Por fortuna lo lleva en la sangre.

lunes, 7 de mayo de 2012

Hay dolores que no sé reales,



porque no sé dónde los siento.

Como la ausencia, por ejemplo.



¿dónde pongo lo hallado si al día siguiente se esfuma

como las cosas que una se encuentra en los sueños?

Si no te sabés sentir feliz si no sufrís

y no sabés hacerte presente

sin antes convencerme que no existís.



mejor para el sol

El sol nos encontró absorbidos en la minuciosa tarea

de despertar cada célula con la yema de los dedos,

la lengua, el aliento y los labios.

Despertar cada pedazo de cuerpo.

Hacer vibrar la no-materia entre cada pálpito.

Despertar cada rincón pero no sucumbir ante un deseo acumulado de años y dimensiones.

Conteniendo la respiración cuando los dedos se topen con la pelvis.

Recorriendo el cuello hasta donde los gemidos lo permitan.

Echándole agua a la braza que promete convertirse en orgasmo.

Hacer el amor desde la piel

vibrar como mi ombligo cuando sintoniza con el centro de la galaxia

no unir nuestros sexos sino unirnos todas.



No sea que nos desintegremos de una vez y para siempre

y nos convirtamos en luz u obscuridad

y quede atrás este envoltorio como testimonio

de nuestra existencia orgánica en este triste mundo.

No sea que hayamos resuelto el destino demasiado pronto

y se extinga este pedazo de paraíso después de dormir

o de morir.