qué dramático partir explicando que nací con una herida
heredada
mi cuerpo depositó la magia y oscuridad
de una guerrillera poeta
que también descubrió que las palabras son balas
pero no hay suficientes
es imposible no reconocer en su sonrisa de foto
la alegría de sentir
que una está desordenando la sala de el señor presidente
ella desordenó también las letras de los libros
se dio cuenta de lo finito de las combinaciones posibles
a pesar del mito de la biblioteca de babel
ella cambió la máquina de escribir
para escupir consonantes de fuego
mutó de piel para volverse verde olivo color de montaña
matar al enemigo con poemas completos sobre sus pechos
yo también traigo esta maldición de otra vida
un alma en pena me susurra tras el cuello
y yo presto mi mano y escribo
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